Reunión General del Clero y Celebración de bodas de oro y plata sacerdotal

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20161109_093603En el Seminario Diocesano Nuestra Señora en Marinilla, se realizó, el pasado miércoles 9 de noviembre, la reunión general del clero diocesano, un espacio de encuentro de todos los sacerdotes junto al obispo diocesano, en una jornada de reflexión y análisis de los procesos que se vienen adelantando en nuestro territorio eclesial.

La jornada empezó con una orientación, dirigida por monseñor Fidel León Cadavid Marín, obispo de la diócesis, quien de una forma cordial y serena le pidió a los sacerdotes seguir adelante en el acompañamiento a las comunidades, con fe, un espíritu de renovación y la vivencia de la identidad sacerdotal que cada uno asumió desde el momento de la ordenación.

Posteriormente, se tuvo un momento de información general de interés al presbiterio, como los detalles respecto a todo el tema de jubilaciones para sacerdotes, seguridad laboral y la presentación del proyecto de construcción que la diócesis adelantará para la nueva curia episcopal y la obra de caridad, como resultado del año de la misericordia; así mismo, como la restauración del actual espacio que ocupa la curia, para el servicio y conservación del patrimonio regional.

La Eucaristía fue el momento central de la jornada, concelebrada por Mons. Oscar Aníbal Salazar Gómez y Monseñor Cletus Meagher, de la Orden de San Benito, abad del Monasterio San Bernardo Abad, EEUU, donde varios sacerdotes de nuestra diócesis han prestado servicio misionero. También fue la oportunidad para celebrar como familia sacerdotal las bodas de oro y plata presbiterales, de obispos y sacerdotes que han sido parte de nuestro territorio pastoral, vivos y difuntos:

Mons. Jairo Jaramillo Monsalve, Mons. Oscar Aníbal Salazar Gómez y los presbíteros Augusto Salazar Zuluaga, Omar Betancur Mejía, Orlando Gómez Jaramillo, además de los fallecidos, que celebran desde la casa del padre sus bodas de oro Manuel Tejada, William Gómez Suárez, Martín Correa Vélez, Isidro Ceballos Sánchez, Jesús María Pérez, Jorge Luis Sánchez, Luis Antonio Soto, León Arturo Villegas, Guillermo Ospina Londoño.

En las bodas de plata sacerdotales: Mons. Omar de Jesús Mejía Giraldo, Francisco Javier Góme, Luis Emilio Flórez, Miguel Ángel Giraldo, John Jairo Londoño, Aníbal Salazar, Luis Eduardo Quintero, Jesús María Henao, Diego León Ocampo, Rodrigo Cardona y los difuntos John Jairo Alzate y Orlando Largo Saldarriaga.

En la homilía, monseñor Fidel, agradeció a Dios por la vida de estos sacerdotes que han entregado todo de si por cumplir la voluntad del creador, por ser presbíteros con olor a oveja y que se han dedicado a la misión de anunciar el evangelio en medio de los hombres. Además, invitó a los sacerdotes a preguntarse si en verdad “¿tenemos celo por las cosas de Dios? ¿Dónde ponemos la importancia de nuestro trabajo? ¿Por qué nos desligamos tanto de lo central y le dedicamos tiempo a tantas cosas secundarias? ¿Nos mueve la pasión por promover y defender las cosas de Dios? Eso es lo que nos toca, Evangelizar. ¿Tenemos otras intenciones que deforman lo que es bello, lo que es gratuito, lo que es digno, lo que es santo?. ¿Tenemos en verdad mucha fuerza y fortaleza en la lucha contra el mal? El Señor se reveló contra el mal, contra la corrupción, contra las personas que estaban en contra de las personas, templos vivos de Dios”. Al final, invitó a la construcción de la iglesia, comunidad de fe, al recordar la fiesta de la dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, madre de todas las Iglesias del Mundo “Fíjese cada uno como construye; construyamos y no destruyamos; pues somos templos del espíritu Santo, del cual debe brotar Agua viva que purifique; porque eso necesita la gente, agua que purifique, que renueve la vida en el Señor, para que nuestras comunidades sean vivas; porque nosotros como sacerdotes, somos los agentes fundamentales de la renovación y de la construcción de la Iglesia viva del Señor”.

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