Oración para todos los días
Padre de misericordia,
Tú has sembrado en nosotros la semilla de la fe,
para que seamos hijos tuyos y discípulos misioneros de Jesucristo.
Haz que nuestra vida sea testimonio visible de tu Reino
y demos a conocer a todos tu Palabra.
Te damos gracias por el Papa Francisco,
y te suplicamos que su visita a Colombia sea un tiempo de bendición,
que nos confirme en la fe
y nos ayude a dar el primer paso,
para comenzar con Cristo algo nuevo
en bien de todos los colombianos.
Suscita en nuestros corazones esperanza, perdón, amor y paz,
para que con la ayuda de tu Espíritu
hagamos posible el reencuentro entre los colombianos
por medio de la reconciliación.
Te suplicamos, Padre de bondad,
que, por intercesión de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá,
esta visita del Santo Padre,
nos abra la mente y el corazón
al Evangelio de Cristo nuestro Señor.
Amén.
Consideración para el día primero
Iluminación Bíblica: “Yahvé dijo a Abrán: “Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre; y sé tú una bendición” (Gn 12, 1-2)
Como Abrahán, muchos hombres y mujeres a lo largo de la historia han dado el primer paso, atentos a la voz de Dios, en obediencia y confianza han dejado huellas significativas para la construcción del Reino. Hoy como ayer el Señor nos sigue llamando e invitando a dar pasos que respondan al clamor de los pobres, al grito desesperado de tantos hombres y mujeres que inmersos en un ambiente de dolor, reclaman justicia, paz y fraternidad. Y para ello tenemos que salir de nuestros propios estados de comodidad, desinstalarnos como Abrahán y aventurarnos a dar el primer paso con la confianza plena que a donde Dios nos conduce se abre la tierra nueva y el cielo nuevo (Cf. Ap. 21, 1).
Ya el Papa Francisco nos habla como “en la Palabra de Dios aparece permanentemente este dinamismo de «salida» que Dios quiere provocar en los creyentes. Abraham aceptó el llamado a salir hacia una tierra nueva (cf. Gn 12,1-3). Moisés escuchó el llamado de Dios: «Ve, yo te envío» (Ex 3,10), e hizo salir al pueblo hacia la tierra de la promesa (cf. Ex 3,17). A Jeremías le dijo: «Adondequiera que yo te envíe irás» (Jr 1,7).
Hoy, en este «id» de Jesús, están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia, y todos somos llamados a esta nueva «salida» misionera”. (EG. 20).
Para la meditación: ¿Cómo estoy viviendo mi misión de bautizado? ¿Estoy dispuesto (a) a dar pasos para contribuir a la transformación, social, política y eclesial de mi entorno?
Padre Nuestro…
Oración final: Padre Santo, que en Abrahán nos diste un ejemplo de obediencia, de fe y esperanza, concédenos la gracia de no quedarnos paralizados frente a las adversidades del mundo y de tener el coraje de dar el primer paso, por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Foto: Cathopic
