El domingo 13 de marzo se realizó el retiro espiritual para la Vida Consagrada presente en nuestra Diócesis, se vivió una profunda experiencia de reflexión y oración dentro de este tiempo de Cuaresma y en el marco del año de la Misericordia. La participación de los consagrados fue muy buena, disponibilidad y fraternidad fueron vividas con intensidad. Se celebró con fervor y devoción la Eucaristía y el sacramento de la confesión; así mismo, se realizó un viacrucis de la Misericordia.
La invitación en este retiro espiritual fue permanente a la conversión en la vida del consagrado, sintiendo de manera muy especial en la vida propia y de la comunidad la Misericordia de Dios, y así, convertirse en testigo de esta Misericordia para con los demás, puesto que sólo quien ha sentido en su vida la Misericordia la puede compartir con los hermanos; hoy el mundo necesita que la Vida Consagrada muestre como Jesús el rostro de la infinita Misericordia de Dios.
Que esta experiencia vivida nos ayude a todos a participar con intensidad en la celebración de la Semana Santa y podamos en nuestra vida proclamar el triunfo de la Resurrección del Señor.