Oración para todos los días
Padre de misericordia,
Tú has sembrado en nosotros la semilla de la fe,
para que seamos hijos tuyos y discípulos misioneros de Jesucristo.
Haz que nuestra vida sea testimonio visible de tu Reino
y demos a conocer a todos tu Palabra.
Te damos gracias por el Papa Francisco,
y te suplicamos que su visita a Colombia sea un tiempo de bendición,
que nos confirme en la fe
y nos ayude a dar el primer paso,
para comenzar con Cristo algo nuevo
en bien de todos los colombianos.
Suscita en nuestros corazones esperanza, perdón, amor y paz,
para que con la ayuda de tu Espíritu
hagamos posible el reencuentro entre los colombianos
por medio de la reconciliación.
Te suplicamos, Padre de bondad,
que, por intercesión de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá,
esta visita del Santo Padre,
nos abra la mente y el corazón
al Evangelio de Cristo nuestro Señor.
Amén.
Consideración para el día sexto
Iluminación Bíblica: “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor os perdonó, perdonaos también vosotros.” (Col. 3, 13)
El Papa Francisco afirmó en Cuba que Colombia no podía permitirse un nuevo fracaso en su búsqueda de la anhelada paz que todos deseamos. Su visita es un signo del acompañamiento y preocupación para que nuestro país, tenga ese don de Dios que es la paz. Sin embargo, la paz requiere del perdón, como lo han demostrado muchas víctimas de la violencia, algunas de ellas, reconocen que es difícil perdonar cuando se ha causado tanto daño, muchas otras lo están intentando y han logrado poner en paz su corazón, ofreciendo el perdón, que es una verdadera gracia de Dios. Ofrece el perdón, recibe la paz.
“Sabemos que las palabras no reparan lo irreparable, ni devuelve a ninguna de las personas que perecieron, y tampoco borra el sufrimiento causado y que se refleja en los rostros. Ojalá algún día seamos perdonados. Venimos impulsados por el compromiso con la verdad, reconociendo el daño causado y la intención de seguir avanzando por el camino del diálogo para resarcir con acciones reparadoras y reafirmar nuestro compromiso con la no repetición”. (Tomado de “El Corazón de las Víctimas”. p. 187).
Para la meditación: Muchas veces buscamos ser perdonados, pero pocas veces somos consciente que debemos perdonar ¿Estoy dispuesto a reconocer mis propios errores y a pedir perdón? ¿Estoy dispuesto a contribuir a la paz, perdonando de corazón, ofreciendo mi aporte a esa gran dosis de perdón que necesita Colombia?
Padre Nuestro…
Oración final: Señor, perdónanos nuestras ofensas y ayúdanos a perdonar a quienes nos ofenden, para que la paz de Cristo reine en Colombia y en nuestros corazones. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Foto: ACI Prensa