El pasado jueves 2 de febrero en Rionegro, se celebró la Jornada de Oración por la Vida Consagrada, bajo el lema «Consagrado reconciliado luz para el mundo». La Jornada empezó en el Salón de las hermanas de la Providencia Social Cristiana en el barrio Belchite de Rionegro; después se realizó la celebración Eucarística, presidida por Monseñor Fidel León Cadavid Marín en la Catedral San Nicolás el Magno.
En la homilía, Monseñor recordó la importancia de esta jornada que se celebra desde 1997 cada año y tiene unos objetivos claros, el primer objetivo es agradecer a Dios por el don de la vida religiosa a su Iglesia, porque como él expreso: “esta es una vida que se enriquece con la variedad de carismas, valorar la existencia de la vida religiosa en la iglesia, que nos permite seguir los pasos de Jesús”. Seguir a Jesús y poder aprovechar los espacios para tomar conciencia de la maravillosa labor y aprovechar los espacios para tomar conciencia de esa vida que se le dedica al señor y a la iglesia
Monseñor Fidel León Cadavid Marín expresó que “La palabra renovación continuamente la estamos escuchando a través de toda la historia de la iglesia, nosotros asumimos también en nuestro plan pastoral la renovación de la vida cristiana, la renovación de los agentes, consagrados, fieles y estructuras” porque es importante que la iglesia tenga un respiro para que actualice su seguimiento del Señor y que este llamado del Señor inspire, para que cada día de la vida se hagan las cosas mejor y se ponga más amor a cada acto, porque “caminar desde Cristo” es trabajar con amor por los demás.
Atender el llamado de Cristo para hacer un trabajo por la comunidad es una tarea que tienen los sacerdotes que consagran su vida al servicio de los demás y estos espacios de reflexión permiten que sus almas se alimenten de Cristo y que su corazón tenga una renovación para que se continúe trabajando por la sociedad de manera constante y activa, es entonces cuando se desarrolla una transformación social y positiva para la comunidad que encuentra en las personas consagradas, personas llenas de Dios.
Las comunidades religiosas son personas confiables por su compromiso y por su misión y son vistas por la comunidad como seres llenos de sabiduría, porque dedican su existencia al estudio de la palabra de Dios y a sus enseñanzas; por lo tanto, deben ser transparentes en su fe. La vida consagrada en el mundo de hoy debe ser igual como cuando Jesús fue presentado en el templo como el esperado y la luz de las naciones.
En el evangelio se habló de la experiencia de Jesús cuando fue presentado en el templo, porque Jesús vino a este mundo a hacer la voluntad de su padre y señalar su misión de entrega.
Monseñor hizo una bella invitación y fue a ser considerados regalos de Dios y poder descubrir que todos somos de Dios, así como María descubrió que ese hijo no era suyo y que era del padre, porque la vida recibida no nos pertenece, le pertenece a Dios; por eso es importante ofrecerla a nuestro padre, de una manera pura y desde el corazón. Un religioso es una luz que llega a toda la humanidad y por esto es importante llevar a Dios en el alma y vivir en confianza de la voluntad del Señor como nuestra madre la Santísima Virgen, quien no le huyó al sacrificio y le entregó el dolor al amor que sentía por Dios.
Ser referentes de la renovación es ser discípulos permanentes del Señor, porque un religioso deber ser una persona alegre ya que solo tiene un amor, una sola riqueza y un solo señor que es Dios, entonces tiene todo y lo más principal.
Elevamos una oración por cada una de las personas que han decidido consagrar su vida a Dios, para que Él los guíe en el camino de la Salvación y de llevar el mensaje del amor de Dios a todas las comunidades.